Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicada en el corazón de Ámsterdam, entre la plaza de los museos y el Vondelpark, la calle PC Hooftstraat es la más lujosa de la capital holandesa. Inspirándose en este contexto inmerso en el arte y la alta costura, los arquitectos de UNStudio desarrollaron un proyecto de renovación para la fachada de la tienda Looking Glass, con un diseño que busca reinventar el concepto propio de la tienda.
La nueva fachada en el número 138 de Hooftstraat es una celebración del arte textil, tanto en forma como en función; los enormes paneles de vidrio curvo que visten la fachada de la tienda simulan la ligereza de la tela, como un vestido ligero que se mece con el movimiento del cuerpo. Esta configuración de la fachada acristalada funciona a modo de cortina, ocultando y revelando las últimas novedades del mundo de la moda a medida que los peatones pasan por la calle.
En un gesto fluido, la moda y la arquitectura se fusionan para celebrar la plasticidad de la geometría de las piezas de alta costura más sofisticadas, creando una fachada estética y práctica a la vez. Todo ello respetando las líneas originales de la fachada de tres ventanas de un edificio histórico de la ciudad de Amsterdam. La tienda en sí ocupa toda la planta baja del edificio y está conectada directamente con el espacio de la calle Hooftstraat, las plantas superiores, a su vez, se han transformado en un departamento de lujo. UNStudio fue responsable del diseño de la fachada y también del diseño de interiores.
Los esbeltos ventanales de la fachada actúan como elemento de conexión entre el espacio público de la tienda en la planta baja y el programa más reservado de las plantas superiores. Los tres grandes paneles de vidrio estructural fueron prefabricados y ensamblados en el sitio. Se utilizó silicona estructural para soldar los paneles de vidrio curvos y planos, que están enmarcados por montantes de acero inoxidable que forman una caja de vidrio. Cada una de estas cajas tiene una estructura de acero oculta que se utiliza para bloquear la estructura con fines de protección y transporte.
Después de instalar las vitrinas, se agrega una capa rígida de aislamiento sobre un panel GRC unido a las cajas de vidrio. Luego, este panel se cubre con ladrillos similares al edificio existente. Una junta metálica sirve para separar y definir los límites entre la estructura antigua y la nueva intervención. Las juntas de silicona de 8 mm, insertadas entre los perfiles de borde y los paneles de vidrio, permiten ajustar pequeñas imprecisiones resultantes del proceso de fabricación, mientras que los perfiles de acero sirven para proteger los bordes de los paneles de vidrio actuando como un elemento de transición entre la compleja geometría de los paneles y la sobriedad de la estructura del edificio.